martes, 1 de agosto de 2017

¡Bruja!


Quería comenzar mi post con algo como sacado del diccionario, busqué en varias fuentes (incluyendo Wikipedia) la palabra BRUJA, y me encontré con muchísimas definiciones, desde asociación con la magia, de dónde viene la palabra y lo que supuestamente significa, también en la RAE hablan de personas que tienen asociaciones con el diablo o que "supuestamente" tienen poderes adivinatorios, o sea para serles franca el replicar esas cosas me parece de mal gusto pero sobre todo es como seguir preservando esa idea que claramente tiene raíces de desconocimiento y miedo, porque en realidad el miedo es desconocimiento. 

Ya les he platicado que yo crecí rodeada de esos conceptos, las limpias, las hierbas, el mal de ojo, el empacho (que ya va a salir un libro donde científicamente comprueban que el masaje de empacho está asociado a meridianos del cuerpo que desintoxican y movilizan los intestinos y a la acupuntura, pero bueno, eso luego) y de alguna manera me es mucho más sencillo integrar esos conceptos a mi vida, y a pesar de que durante mucho tiempo me olvidé francamente de todo eso, siempre estuvo ahí.

Es común en lugares como Salvatierra (de donde tengo raíces) escuchar las leyendas de las brujas, de esas bolas de fuego que andan en los cerros danzando, esperando que todos se vayan a dormir para empezar a cazar almas inocentes, de enterarte que Don Pancho se volvió alcohólico porque su ex lo cachó con otra y lo amarró y lo aventó en una botella de aguardiente, de las brujerías en general. Pero analizando la verdad es que existe un placer culposo en todos por querer saber más y a la vez no, por miedo, por la certeza científica o mental de que esas cosas no existen; y honestamente creo que la religión tiene bastante que ver en esa difamación generalizada que se ha hecho hacia las brujas. Y aquí tampoco quiero como generar polémica, existe como siempre la dualidad, existen personas dedicadas a hacer algún tipo de daño a otros, pero esa es otra historia, algo que puedo reconocer sin juicio, respetar y honrar, porque también tiene su chiste, también implica mucho trabajo, también son canales, también son parte del todo, y también están recorriendo este camino de aprendizaje y hacen su aportación. 

En pocos o ningún tipo de leyenda, cuento, historia, artículo se menciona la influencia de las brujas en las sociedades a través de la historia, de su capacidad de curar el cuerpo y el alma, su energía que emana empatía, calidez, carentes de juicio, capaces de ver entre velos dimensionales, libres para elegir nuevos rumbos, caminos, carentes de apegos, llenas de olor a tierra, hierbas y luna. 

Cuando empecé a estudiar toda esta onda energética, a conocer el Tarot, las religiones, pero sobre todo cuando comencé a estudiar Magia como tal (y a la fecha) mucha gente a mi al rededor comenzó a cuestionar, ya ven que nos encanta estar de metiches, que si de verdad creo en esas cosas, gente se burló en mi cara y a mis espaldas, hubo quien se alejó "que miedo la bruja", pero sobre todo llegaron a mi vida personas que también eligieron recorrer este camino y que tienen historias que cada una podría escribir un libro, ahí luego si se dejan les hago mínimo una entrada a cada una.

Total que hoy estaba en un aquelarre, o como solemos llamarle, desayuno de amigas para que no se oiga tan fuerte. Todas las que estábamos ahí hemos de alguna forma u otra experimentado la magia en nuestra vida, y también hemos pasado por experiencias complicadas, retos, vivencias fuertes, enfermedades, crisis, juicios, retos y pruebas que muchas veces nos han hecho dudar de lo que somos, y por que así lo decidieron nuestras almas nos encontramos acá de nuevo... y de repente surgió la pregunta: ¿qué es una bruja? y yo para variar, observé. Revisé cautelosamente las reacciones de todas, las palabras que brotaban de cada una eran algo que construyó algo mágico: amor, autoconocimiento, conexión, no juicio, fuerza, sabiduría. En ningún momento alguien dijo: diablo, hechizos malvados, conjuros, sangre de niños pequeños... y entonces se cerró el tema, sacamos los oráculos y empezamos las lecturas y los consejos, el café, el pastel, las risas fuertes, las lágrimas y nos dedicamos a tratar de entendernos mejor. 

Lo que no se expresó con palabras pero si en el ambiente fue algo así como: una bruja (o brujo) es una persona conectada consigo misma, una persona capaz de reconocer y honrar sus emociones, capaz de reinventarse después de haber sufrido, gritado, llorado y entendido que es momento de seguir caminando, es alguien que conoce de plantas y árboles, y tierra y sol, de agua y mar, de bosques y piedras, porque los ha reconocido dentro de su propio ser, es alguien que se levanta y antes de abrir los ojos agradece la vida, y escucha hablar el viento, y los árboles, y se descalza para sentir la energía de la tierra y sincronizar sus latidos a ella, una bruja desborda compasión, porque sabe que el camino es largo, los aprendizajes constantes y la humildad un requisito, una bruja es capaz de entrar en tu cabeza por tus ojos y con su escoba barrer y barrer hasta que tu luz comience a brillar y te permitas reconocerla y sentirla, una bruja es humana, más humana que nadie, llora como nadie, grita como nadie, se enoja como nadie, ama como nadie, porque sus emociones están a flor de piel, porque no se limita, porque se permite ser libre, una bruja no miente, es honesta, es directa, una bruja siempre va a tratar de aportar algo a tu vida, un consejo, un costalito o botella mágico, una vela, es esa persona que despierta preocupada por el sueño de la noche y envía luz y energía para aquellos que soñó, una bruja es alegre y su risa puede hacer que brillen más los colores, pero su tristeza puede hacer granizar. Una bruja es capaz de amar tanto y tan fuerte porque sabe que el amor es la fuerza más poderosa del universo, y que en medida que se ame, se acepte y se respete esa energía se desborda y se imprime en el Universo y todos los que habitan en él, una bruja no se daña y en esa medida no daña a nadie, una bruja busca dentro de sí las energías correspondientes para poder enfrentar cualquier situación, y sabe reconocer cuando se equivoca, y escribe y quema todo lo que deba ser quemado. Una bruja no va a la Iglesia, y no porque eche humo o le gire la cabeza, o porque no crea en Dios; si no porque ya lo encontró justo adentro de ella, y ahí se pone a tomar café, y le dice lo que siente, y a veces se enoja con él y otras veces lo abraza, porque tiene la certeza de su presencia Divina, de su amor incondicional, y sabe que es equilibrio.

Desde que comencé en esto, me he dedicado a contarles que la experiencia de la magia es un camino de autoconocimiento que implica enfrentarse a demonios internos y seguramente de ahí se agarraron para decir que haces pactos con el diablo, y en realidad, así como Dios o el todo o como le llamen vive dentro, pues también el otro brother y cada quien alimenta el que más le suene y le sirva, entonces, de alguna manera se aprende a reconocer los demonios internos y se les da cabida sin juzgarlos, aprendiendo a vivir con ellos y abrazarlos, porque a veces lo único que necesitan es un apapacho. 

Alguna vez platicando con una gran bruja que conozco que ha atravesado infiernos en esta tierra y salido revolcada pero viva y más sabia, me decía que siempre en los cuentos hay una bruja, que es la antítesis de la princesa que debe ser salvada, es esa mujer poderosa llena de magia y hechizos, sola, mandona, que busca apoderarse de la princesa en cuestión para lograr algo y que en realidad cualquier mujer que tenga esas cualidades en realidad si es una bruja, sabe qué quiere, cómo lo quiere y a dónde va, claro... exagerado para que te de miedo y la rechaces, pero en realidad no puedes rechazar algo que vive en ti, eso es solo ilusorio. Todos estamos en un camino de aprendizaje, algunos lo hemos elegido más abiertamente y hemos dedicado toda o parte de nuestra vida al servicio de la comunidad, y hay otros que simplemente lo hacen como un trabajo personal, cada vez que enfrentas un miedo, que transmutas alguna emoción, cuando reconoces que vas por un camino que no te late y decides cambiar, cuando te amas más a ti que a nadie más, cuando decides que si quieres hacer y tener en tu vida, cuando sabes tu poder, cuando no te vendes, cuando te eres fiel, cuando te vale lo que los demás dicen de ti, cuando te demuestras a cada instante que eres más y que puedes inventarte de nuevo si no te gusta, estás haciendo magia, y cuando además de eso contribuyes al Universo de manera consciente, te tengo noticias, eres una bruja.

Así que sin ganas de pelearme con la historia, ni de cambiar las manipulaciones secretas de poder sobre las mentes, quisiera solamente decir que las brujas somos eso y somos más, y a veces en la sombra o a veces en la luz nos reconocemos, honramos y avanzamos. Estoy segura que la mayoría de la gente nos encasilla como Madame Zazú, porque le "atinamos" a lo que decimos, porque nuestros mensajes son certeros, porque tenemos tarots, porque tenemos oráculos, porque presentimos o vemos cosas que otros no, pero en realidad todo eso lo puede hacer todo el mundo, pero lo hemos olvidado, hemos olvidado que estamos hechos de tierra y de polvo de estrellas, que por nuestas venas corre la sangre como el agua por los ríos, que nuestros pensamientos son vientos ligeros o tornados, que nuestro espíritu es ese fuego que nos mueve, que estamos conectados a todo y a todos, que somos todo y nada, que vamos avanzando y que ya no estamos para tener miedo de lo que nuestros ojos humanos no alcanzan a ver. 

Hace unas semanas puse una promoción en FB de una lectura de tarot con mensaje de ángeles. Esos posts son de los que menos "likes" tienen, comparado con los mensajes gratuitos que doy a veces o mis locuras que comparto, sin embargo el impacto es brutal, mi inbox y whatsapp se van llenando de personas que me piden ser discreta y me piden una lectura. Yo no juzgo, antes era por las noches entre cabañas y mensajeros en papel, atrás de las iglesias y de los templos; la historia es igual, acudimos en secreto a buscar respuestas que nuestras almas y mentes necesitan para seguir, necesitamos esa certeza, esa magia, esa luz, necesitamos de una bruja o curandera, una sanadora, un canal, necesitamos que alguien nos recuerde que somos dueños de nuestros destinos, creadores de nuestras vidas y que si para que eso suceda se debe seguir la tradición de hacerlo en secreto, que así sea. 

No me ofende que me digan bruja, ni que se rían de mi o de mis creencias, al contrario, es un orgullo saber que empecé a dar pasos conscientes, que pertenezco a ese grupo de personas que desde su perspectiva y conocimiento pueden dar curiosidad por las cosas que hacen, que pueden sembrar una semilla de luz que ayude a las personas a recordar qué son y para qué están aquí, para que duerman tranquilas o reafirmen que van bien; y estoy segura que a estas mujeres y hombres que me reencuentro en el camino con esa misma mirada y risa fuerte tampoco les importa, porque nos reconocemos, porque estamos concentrados en seguir, en entender más, en conocernos más, en aportar más, desde el alma, con la certeza de que en otras vidas y otros tiempos también lo hicimos ya, y que no estamos solos, que venimos a reencontrarnos aquí y ahora, para seguir recordando y seguir aprendiendo, porque hay vínculos que van más allá de la sangre, que nos unen, que nos llaman, mientras nuestras almas danzan al ritmo que va marcando el Universo con olor a café, a lluvia y a recuerdos. 



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