lunes, 31 de agosto de 2015

Papacitos.




"Mi papá nunca se involucró tanto conmigo, no tengo muchos recuerdos de él en mi infancia o juventud"... "Antes los hombres ni pensar que cambiaran un pañal, eso era mal visto"... "La diferencia entre yo y mi padre es que todos mis tiempos libres se los dedico a mi familia, a estar con mis hijos, salir con ellos y estar en casa"... son algunos de los textos que algunos papás me enviaron para poder escribir este blog.

Es un hecho que la sociedad está cambiando, desde que arrancaron las vacaciones de verano, tuve oportunidad de salir entre semana al parque o centros comerciales, y ver papás con sus hijos jugando. Muchos de ellos solos, vi papás peinando a sus hijas, comprándoles burbujas a sus niños y correr con ellos tras la pelota. Me quedé sorprendida, pues las mamás que estábamos ya no éramos mayoría. No estoy diciendo nada nuevo, es una tendencia que las grandes empresas de consumo masivo ya detectaron y ahora hay comerciales plagados de papás realizando labores domésticas por todos lados y esposas entaconadas que salen a trabajar, o simplemente llegan más tarde que ellos.

Hay muchos, millones de libros de maternidad, de embarazo enfocado a las madres, pero pocos hablan de la paternidad. No estoy diciendo que todos los padres se involucren así, seguramente hay bastantes de la vieja escuela que siguen manteniendo su distancia ante las labores y situaciones propias de "las mujeres", incluso quienes escuchan las palabras mágicas "vamos a ser papás" y salen corriendo por cigarros, quienes se hacen los desentendidos; pero hoy no quiero hablar de ellos. Hoy quiero hablar de los nuevos papás, los que se involucran, los que soban pies y caderas adoloridos de esposas embarazadas, de los que hacen de comer, que van al súper, de los que están en el curso psicoprofiláctico y toman notas, los que hacen preguntas al ginecólogo y van a entrevistar pediatras, hoy hablo de los padres que toman la mano de sus esposas pariendo, que cambian pañales y que se ofrecen a dar las tomas nocturnas para que la mamá descanse, de los papás que bañan a sus hijos, que peinan a sus hijas, que saben cuentos y se dejan disfrazar, que bailan, juegan fútbol, de los papás que le dicen a sus esposas que está perfecto que salgan y planean una noche de juegos e historias; los papás involucrados, más que nunca en el crecimiento y desarrollo de sus hijos.

Es un cambio social latente, que nosotros mismos hemos ido generando, y los beneficiados principales de esta corriente, son los niños. No tienen que vivir juntos para ser papás involucrados, sé de padres divorciados o en cualquier situación existente, donde el amor a los hijos no marca diferencia en si viven juntos o no.

Hace unos meses, desarrollé un cuestionario para papás, solicité voluntarios y se los hice llegar. Uno a uno fueron llegando los mails con las respuestas. Papás de bebés, niños y adolescentes, papás de adultos, todos con diferentes perspectivas pero coincidiendo en aspectos generales: quiero que mis hijos tengan un recuerdo que yo no tengo, un padre presente y participativo, sé que lo que más necesitan es mi presencia y no tantas cosas materiales, cada hijo es diferente y como padre vas aprendiendo con cada uno en el camino y... la admiración que sienten por las mujeres. Aquí les dejo un extracto de algunos párrafos que amablemente me hicieron llegar... (¿kleenex listo?)

"Como hombre sólo tengo admiración por mi esposa y por cualquier mujer embarazada, son cosas que nunca voy a poder imaginar , la sensación de tener un bebé dentro de ti, esa conexión biológica que significa, estar literalmente atado a otro ser… y mucho menos los cambios fisiológicos! Yo veía a mi esposa y no puedo (ni quiero) imaginarme lo que se siente estar vomitando, no poder comer, con sueño, que todo te de asco, enojado… es como estar crudo 3 meses al hilo! Y de ahí, engordar mínimo un kilo al mes y sofocarte, cansarte, tener que ir al baño cada 5 minutos… son muy valientes y muy fuertes las mujeres, por algo la naturaleza les encargó esa labor a ellas y no a nosotros... mi esposa puede llegar de un día súper pesado y saca energías para jugar a las marometas y corretearla , darle de cenar… Tal vez sea algo biológico, estaba leyendo que muchos mamíferos al olfatear a sus crías , segregan sustancias como la adrenalina, para poder estar alertas y fuertes para poder cuidarlas de depredadores, no sé, tal vez sea algo así y que la frase “los hijos son un motor” tenga más sentido"

“Cambió radicalmente mi vida, yo a los 16 años (jaja si sé que me pasé)… tienes otras cosas en mente. Aún no terminaba la prepa, no tenía nada, vivía del gasto de la casa y cuando supe la decisión que tomaría su mamá de tenerlo, pensé, me tengo que poner a trabajar, no sé cómo le voy a hacer pero a ese bebé no le va a faltar nada (…) no lo cambio por nada del mundo, haber visto a mi hijo por primera vez y escuchar su primer “papi” me alegran la vida y sé que todo el sacrificio que haga será por él”

"En días de escuela es levantarse ayudar a hacer lunch para los niños mientras mi esposa prepara el desayuno y ayuda en lo que pueda faltarles para arreglarse. Ya por la tarde, si es que queda algo pendiente de tarea (sobretodo si son matemáticas) les ayudo, procuramos cenar en familia y platicamos de como fue nuestro día. Tratamos de pasar buen tiempo con ellos pero también nos hacemos tiempo para estar solos mi esposa y yo. (...)    Ha sido una experiencia muy padre. Creo que resumido en unas pocas palabras es lo que me hace levantarme cada día y seguir viendo la vida con optimismo. A veces he tratado de pensar mi vida sin los niños y definitivamente no sería yo".

"Soy un papá MUY DIFERENTE, mi Papá siempre trabajaba y mi Mamá era la que estaba con nosotros, y no es que yo no trabaje, pero TODO mi tiempo libre es para ellos, siempre voy con ellos a sus partidos, a andar en bici, a jugar, etc"

"Ser padre es un gran privilegio, responsabilidad y experiencia únicas. Siempre he dicho que el ser padre le da por fin la definición completa a la palabra “amor” (...) No, mi papá casi no se involucraba en mi cuidado, yo por el contrario me ocupé del baño de bebe, algunos alimentos, paseos, etc.(...) Participativo, cooperador y cuidando inculcar buenos valores, fomentar su autoestima y al mismo tiempo su independencia, ambición y superación"

"El padre, cuando se entera que viene un hijo en camino, le causará gran alegría, se sentirá muy feliz, su vida tomará otro rumbo, y empezará a planear como manejar todo, atención médica, los estudios que requerirán para monitorear que todo vaya bien, hasta las cosas que habrá que comprar, cómo se va a distribuir con la llegada del bebé, el gasto, si la madre trabaja y ya no lo hará cómo se va a organizar la casa, habrá que trabajar más duro, y cuando se acerca el momento, los nervios, el stress, esperar tener al bebé a su lado para cargarlo y expresarle su cariño."

"Me encanta involucrarme con mis hijas, hago con ellas todo lo que hace su mamá, me encanta estar cercano a ellas y platicar con ellas, cuidarlas, hago con ellas lo mismo que yo tuve en mi infancia, mucho cariño y cercanía. Ser papá me hace hacer cosas que no pensaba, me hace ser mejor"

"Como papá te das cuenta de tus debilidades, conoces realmente el miedo, admiras a tu pareja por todo el proceso que vivió, y como se ilumina su cara cuando ve a sus hijos, es como enamorarte de nuevo, pero más fuerte (...) ser papá es como ser un súper héroe, es ver en los pequeños la mirada de sorpresa y admiración porque logras cosas que jamás te imaginaste... ser papá es lo mejor que te puede pasar"

Yo no tengo más que admiración a los hombres que hacen a un lado el qué dirán, los prejuicios y se enfocan en estar y ser el soporte para sus familias, no solamente económico, si no emocional. Quiero decirles a esos padres y a cualquiera que me lea, que pocas veces ustedes salen al escenario donde convive mamá y bebé, ustedes están tras bambalinas durante todo el proceso desde el embarazo, pero sin ustedes las historias no serían iguales, sin su apoyo sería difícil; ustedes están dejando una huella en la vida de sus hijos, una historia diferente, y eso es justamente lo que hace al mundo un lugar más feliz. Tal vez no lo escuchen diario, pero su esfuerzo, su cariño y su presencia, definitivamente merecen un millón de GRACIAS.