No es la
primera vez que alguna persona me hace algún comentario más o menos directo
sobre mi elevada actividad en Facebook pero sobre todo sobre la “perfección”
que aparento o la gran felicidad que me invade, y tristemente esta gente (que
por lo que asumo vive de estar calificando a los demás en base a su propia
experiencia) piensa que me conoce, porque me tiene en feis.
Me gusta poder compartir cosas que me pasan y darles un giro
divertido, simplemente porque creo que así es como debería ser la vida, porque
me gusta que me lean y me gusta compartir a quienes les interese un poquito de
mi vida.
El hecho de
que hoy sea lo que soy y piense como pienso es el resultado de experiencias
fuertes (como todos) y estoy segura que en 1 año, 10 o 20 voy a pensar muy
distinto, porque se vale. Todo va cambiando, todos vamos evolucionando y
personas que en algún momento fueron importantes y valiosas dejan de serlo, y
hay que seguir, porque no puedo ser la misma chamaquita que le quitaba el lunch
a otras almas en desgracia en prepa, o que se burlaba de todo el mundo por como
era o pensaba, ya no soy la mujer que empezó a trabajar en el mundo corporativo
llena de sueños de grandeza, tacones y café de starbucks; la que se bajaba del
coche a golpear a otros conductores, definitivamente ya no soy la misma novia
muy “papas fritas” que pensaba que tenía controlado al mundo y dentro de ese
mundo a sus parejas, es más, ni siquiera recuerdo a esa persona que juraba que
jamás dejaría su carrera profesional en empresotas por nada del mundo, y
mucho menos a esa persona que se
reía de quienes creían en la magia. Mi vida ha dado cambios tremendos, mi
manera de pensar, de evaluar y de existir, porque me he dado cuenta que para mi
hay cosas más importantes y sobre todo que soy responsable de cada paso que voy
dando y más aún porque tengo un espectador muy atento y quiero enseñarle que se
vale.
Hace como 12
años tuve un accidente espantoso, a la fecha cuando recuerdo escenas de mi
coche dando trompos y luego volcándose varias veces, recuerdo que abrí los ojos
y no los cerré porque sentí que si los cerraba no los volvería a abrir. En ese
accidente, iba conmigo una amiga, que compartió conmigo muchísimas cosas, hasta
el destino ese día. Pasé algunas horas detenida, mi papá pagó caro el árbol que
tiré y los daños a la nación, después tuve que ir a Barrientos a hacer
trámites, al hospital y a recuperar los pedacitos de mi seguridad. No tenía
Facebook, pero estoy segura que si hubiera tenido, habría compartido una reflexión
sobre esa experiencia, o tal vez un chiste sobre ese momento y no la monserga
que viví.
En mi camino
de vida tuve que pasar por eventos dolorosos, complicados que me pusieron en
jaque varias veces. He perdido personas amadas, he estado internada con tranquilizantes
marca diablo después de ataques de pánico y ansiedad, he pasado momentos
difíciles con mi familia, y desde que tuve a Leo, he tenido días donde me
encuentro atrapada en una eterna pregunta: estoy tomando las decisiones
correctas? Y tengo dos opciones, tirarme al piso y llorar, postear trágicamente
mis penas o darle la vuelta y verle lo bueno. Elijo siempre lo segundo.
Tengo 5 años
de casada mas otros 5 de novios, es decir 10 años junto a mi esposo.
Honestamente estoy segura que podría contar los encontronazos de muerte con los
dedos de la mano, pero eso no quiere decir que no nos hagamos caras o nos
digamos groserías con la mente, que no nos volteemos los ojos y a veces nos
desesperemos y respiremos como toros. Pero yo elijo ver la otra cara de la
moneda, elijo ver que a pesar de todo eso, elegimos estar juntos, y no por el
papel o el anillo, si no porque así lo deseamos, y me gusta compartirlo porque
estoy segura que muchos por ahí a veces necesitan leer eso y saber que no
importa como se pongan las cosas, siempre va a llegar alguien que te haga
sentir ganas de querer luchar. Yo tuve que pasar por algunas relaciones
complicadas para aprenderlo, y en lugar de mentarle la madre a esas personas,
les agradezco por haber estado y haberse ido, de otra forma no tendría lo que
tengo hoy.
Dejar el
trabajo fue otra decisión mortal. El postear sobre esto y compartirlo, me
sirvió de espejo para ir agarrando valor, entre pláticas con personas cercanas,
hormonas y baby blues, mis ganas de encarar la vida desde otra perspectiva que
me llamaba más que nunca tomé esta decisión, que a veces me pone pruebas, y me
dan ganas de ponerme mis tacones más altos y salir corriendo, otras veces
extraño mis shoppings millonarios, y me voy a un Shopping más austero, otras veces
no tengo pacientes, ni pedidos de galletas o pasteles, y busco otras formas de
tener ingresos, a veces lloro y me cuestiono… pero en lugar de postear mis
crisis, elijo compartir que me siento valiente y afortunada por haber tomado
una decisión de vida basada en el amor a mi misma y a mi familia, y que a pesar
de que tengo días de perros, las recompensas y lo que he aprendido este año y
medio no los cambio por nada.
A la persona
que me dijo: tu vida no es perfecta, me gustaría contestarle por aquí como lo
hice en persona: si lo es. Tal vez para ti no lo sea, o posiblemente creas que
armo un teatro y me alejo de la realidad, que vivo en una burbuja de
apariencias, pero esa es tu perspectiva. Para mi, mi vida como está es
perfecta. Y con los cambios que lleguen lo será aún más. Y voy a seguir
posteando mis ideas, mis experiencias y lo que se me de la gana porque hasta
donde sé Mark tiene pocos filtros y esto es libre. Voy a compartir mi alegría
de cada paso, y lo único que voy a seguir editando son las fotos donde me veo
muy cachetona (a veces sin mucho éxito).
Hay dos tipos
de personas en el mundo, quienes creen que nada es magia y quienes creen que
todo es magia. Yo ya estuve en los dos lados y me quedo con el segundo, y si
por desgracia, pensaste que me conocías porque lees mis status o ves mis fotos
y me tienes en “amigos”, te equivocas, porque quienes han estado a mi lado en serio, saben que hay más, y si no te late o te molesta hay un botón mágico que por
desgracia no existe en la realidad, se llama unfriend.